BOLIVIA ANTE UN NUEVO RETO

Los bolivianos que suscribimos este documento, radicados en el país y en el extranjero, nos declaramos profundamente preocupados por la actual situación política, social y económica de la patria. Pensamos que, a menos que se produzcan cambios radicales en nuestras estructuras, los problemas que sufre Bolivia se ahondarán en el próximo futuro trayéndonos más días de sangre y luto.


I. MOTIVACION DEL PRESENTE MANIFIESTO

No representamos a ningún grupo económico, político o religioso y no nos mueve ningún apetito de poder. La mayoría de nosotros hemos recibido educación y formación gratuita en el país y con nuestros planteamientos queremos retribuir en algo lo que recibimos, sensibilizados por los graves acontecimientos de febrero.

La lentitud para resolver problemas, la casi parálisis en la toma de decisiones, el torpe manejo de la información gubernamental, la soberbia para imponer medidas, el lastre que significa ver en el gobierno a aliados que en el fondo no son sino testaferros partidarios antes que servidores públicos, socavaron el poder del Estado en el anterior gobierno y el actual transita la misma senda, frustrándose así, una vez más, las esperanzas que la ciudadanía tiene en el sistema democrático, reconquistado con sangre y sudor del pueblo en octubre de 1982.

Paradójicamente a la vigencia de la joven democracia, el Estado ha envejecido junto con sus líderes. Los partidos políticos no se han renovado estructuralmente y su pensamiento, no ha sido remozado. El caudillismo ha impedido el surgimiento de nuevos valores y por eso, en las más altas esferas de poder, pareciera que nuestra suerte estuviera atada a no más de tres apellidos.

El “impuestazo”, al que se atribuye el “febrerazo”, no fue sino la mecha de un barril de pólvora que estaba ahí y que no ha reventado en su integridad. El peligro está latente a la espera de una nueva mecha.

Por esto es que manifestamos nuestra preocupación.