La Venezuela "socialista" 2011




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Miércoles 6 de julio 2011


LA VENEZUELA "SOCIALISTA" 2011

Por Hernán Maldonado

Hugo Chávez desterró de su vocabulario la frase "Socialismo del Siglo XXI", quizás porque ni él puede explicar en qué consiste, o talvez porque piensa que Venezuela vive ya ese proceso. Ahora que está enfermo, modificó también su arenga inflamada: Patria, Socialismo o Muerte por la de "Viviremos y Venceremos".

El Cardenal Jorge Urosa Sabino el año pasado dijo que "socialismo es comunismo". Chávez estalló furioso. La misma semana, sin embargo, en declaraciones a VTV, el canal oficial venezolano, Fidel Castro dijo que, efectivamente, "socialismo es comunismo". Y remató: "Ni nosotros hemos podido construirlo" en 50 años de Revolución...

¿Pero cómo es la Venezuela "socialista"? Decenas de miles de tarifados que viven de becas, subsidios, ayudas - la mayoría de sobrevivencia -- que creen que Chávez les reparte justicieramente los inmensos recursos petroleros. (Además, Ud. puede llenar el tanque de gasolina de su auto por menos de medio dólar).

Esa Venezuela improductiva, pero satisfecha, es la que adora a su líder. Les interesa un rábano que el país se hunda en la ineficiencia de los servicios públicos, que las escuelas estén en ruinas, que la infraestructura vial haya desaparecido o no haya luz ni electricidad para todos. Parecen conformarse que entre los suyos no haya nadie el fin de semana que figure entre el medio centenar de muertos por la brutal inseguridad y el auge del hampa.

¡Claro! La culpa de todo el desastre la tienen "los gobiernos anteriores", la burguesia, el Imperialismo, la oligarquía, según los medios oficialistas que ya suman el millar. Allí no se encuentran informaciones como la que destaca El Nacional: "Otro profesor del liceo Fermín Toro apaleado por sus alumnos".

En edificios públicos cuelgan enormes retratos del Ché Guevara, de Castro y Chávez, pero en las noches millones de venezolanos, pese al recalcitrante anti-imperialismo oficial, están pegados a sus televisores viendo los juegos de las Grandes Ligas y de los héroes venezolanos, algunos chavistas, como Maglio Ordoñez, que sin rubor se ganan millones de dólares en el "maldito Imperio".

Pese al empeño oficial de promover las endógenas "areperas socialistas", están repletos de comensales a todas horas los locales de las multinacionales McDonald, Burger King, Pizza Hut, Kentucky Fried Chicken, Friday´s, etc. Los "hotdogs" callejeros quizás ya superan en popularidad a las arepas.

Caracas cuenta con una media docena de centros comerciales lujosos capaces de albergar a miles de personas. Los mejores negocios del mundo están representados allí. En el Sambil hay un reloj pulsera Cartier para hombre: 15.000 dólares. Pregunto estúpidamente: ¿Hay quién los compre? El dependiente me mira compasivamente.

Me impresiona el centro comercial Líder. En su interior uno parece estar en París o Nueva York. Me gustan unos zapatos Clark. Cuestan 160 dólares al cambio oficial. El doble que en Miami. En el piso 6 están los comedores. No hay mesas disponibles, pese a que una Burger King con papitas fritas y refresco, que en "el Imperio" no vale más de 5,50 dólares, aquí cuesta 11, al cambio oficial.

Impresionado aún por el lujo, gano la salida y vuelvo a la realidad "socialista". Las aguas negras corren por la Av. Principal de Boleita. Marean los bocinazos y el tráfico infernal. Múltiples negocios de mecánica automotriz ocupan las aceras, de modo que los peatones deben arriesgar la vida. Lo peor es el olor. Inmensas bolsas de basura despanzurradas por los perros, porque la noche anterior no las recogieron. ¡Ah! Y los borrachitos, y los que no lo son, estirando la mano con su lastimero: "Hermano, ¡Tírame algo!"