Tierra Lejana-- Página de Hernán Maldonado




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Domingo 8 de febrero del 2004


LA "INJERENCIA" EXTRANJERA EN HAITI

Por Hernán Maldonado

Si no fuera por la amenaza de la OEA y de los países que integran el CARICOM, el segundo gobierno del presidente Jean Bertrand Aristide quizás sería ya historia en el atribulado Haití.

Y es que Aristide, aunque fue elegido casi "democráticamente", ha perdido considerable popularidad, no sólo por su incapacidad para solucionar los apremiantes problemas de Haití, sino por su brutalidad para aplastar a la oposición.

Las manifestaciones diarias de los opositores que se producen desde fines del año pasado han causado ya medio centenar de muertos y decenas de heridos.

El viernes las multitudes desesperadas que claman por su renuncia tomaron la ciudad de Gonaives, de 200.000 habitantes, y está por verse qué hace el gobierno para recapturarla y a qué precio.

Aristide es acusado de violar las leyes haitianas no sólo por los opositores, sino también por el CARICOM, la comunidad económica que aglutina a los países del Caribe. Precisamente a instancias de este organismo, Aristide revocó la semana pasada una ley inconstitucional que prohibía las manifestaciones callejeras.

La OEA, por su parte, veladamente amenaza a los opositores con la aplicación de la Carta Interamericana, el instrumento hemisférico aprobado en Lima que pretende que nunca más en el continente surjan gobiernos que no sean producto de las urnas.

Pero el gobierno de Aristide hace rato que ha perdido legitimidad. Quizás todo comenzó cuando en diferentes ciudades y pueblos del país empezaron a aparecer cadáveres de sus opositores políticos o fueron silenciadas emisoras de la oposición.

Precisamente por abusos como esos Estados Unidos viabilizó el retorno de Aristide al poder. Eso fue a fines de los 90 cuando la dictadura del general Raoul Cedras había reemplazado al primer gobierno del ex sacerdote.

Aristide, durante los escasos meses de su primer mandato, ya había mostrado intolerancia con sus rivales políticos. Argumentaba que éstos merecían llevar un caucho de automóvil alrededor del cuello, pero ardiendo.

No obstante, Estados Unidos encabezó la "fuerza multinacional" que posibilitó el derrocamiento de Cedras, y el retorno de Aristide, so pretexto de "restaurar la democracia" en la nacion caribeña.

Producto de esa "injerencia" fue el surgimiento del "nuevo régimen democrático" en el atribulado país que ahora vive días como si el general Cedras no se hubiera ido nunca.

Gonaives, donde hace 200 años Haití logró su independencia, se halla pues en manos de un denominado Frente de Resistencia, que ayer nomás se llamaba "Ejército Caníbal" y que apoyaba a Aristide hasta que apareció asesinado en septiembre su líder, Amiot Metayer.

Aristide anunció que se mantendrá en el poder hasta que culmine su mandato el 2006.

Estados Unidos le ayudó a regresar cuando en Guantánamo estaban retenidos 15.000 haitianos que escapaban a la dictadura de Cedras y que buscaban entrar en Estados Unidos.

Ahora está por verse cuál es la nueva página que va a escribirse en el país más azotado por la pobreza en el continente.





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