Esta vez la lucha es HASTA EL FINAL

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Esta vez la lucha es HASTA EL FINAL

Por Hernán Maldonado

Hace 11 años, Maria Corina Machado se le enfrentó en el parlamento al tirano chavista, Hugo Chávez Frías, (héroe del MAS boliviano), con una valentía que no ha tenido jamás otro líder opositor venezolano.

Por esta y otras razones, Maria Corina fue inhabilitada el 2015, perdió su curul parlamentario, perseguida, impedida de viajar al extranjero y con la amenaza perenne de ser encarcelada en cualquier momento.

Ahora Maria Corina se enfrenta a la dictadura y está aglutinando en torneo suyo a la venezolanidad democrática contra el crimen organizado hecho gobierno, ante la eventualidad de unas elecciones que el régimen no puede darse el lujo de perder.

¿Por qué digo esto? Simple. Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Vladimir Padrino y una docena más de felones de la cúpula gobernante tienen más de 100 millones de dólares de recompensa por su captura, ofrecida por la Justicia estadounidense.

Ellos saben que si pierden el poder, irán derechito a la cárcel, si es que no mueren antes. Nadie con una soga al cuello puede darse el lujo de perder el poder en unas elecciones.

Estoy convencido de que la satrapía chavista no saldrá del poder por elecciones (tienen todo el aparato para burlar la voluntad del pueblo, como lo ha hecho desde 2012), pero saludo la movilización popular alrededor de Maria Corina.

La ingeniero (esa su profesión) ha dicho al pueblo que esta su lucha es HASTA EL FINAL y se erige así en la última esperanza para la recuperación de la democracia en Venezuela.

Como no creo en una victoria electoral, lo que pienso es que Maria Corina esta conformando un vigoroso movimiento nacional PRO LIBERTAD cuyo objetivo FINAL ciertamente es la extinción de la dictadura.

¿Puede lograrse la huida de los tiranos por medios pacíficos? Pienso que ¡SI! El dictador filipino Ferdinand Marcos huyó en enero de 1986 cuando los militares se pusieron al lado del pueblo.
Cientos de civiles se echaron o sentaron pacíficamente delante de los tanques y ametralladoras señalándoles a los militares el camino a seguir.

Mas recientemente, el 2019, en Bolivia, Evo Morales y sus apandillados huyeron ante una gigantesca movilización popular callejera. En este caso, ni siquiera fue necesario que los militares los obligaran, como en Filipinas, a poner los pies en polvorosa.

En Venezuela, ¿por qué no podría ocurrir lo mismo?

Amanecerá y veremos