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Domingo 13 de enero del 2008
UN MENSAJE "MUY URGENTE"
Por
Hernán Maldonado
El 5 de enero el vicecanciller Hugo Fernández Araoz envió un mensaje clasificado como "muy urgente" a todas las representaciones diplomáticas de Bolivia en el exterior para que denunciaran a las autoridades de esos países y su prensa la agresión fisica y verbal a la ministra de Justicia Celina Torrico, "propiciadas por dirigentes cívicos y políticos desplazados".
Fernández instó a que se pusiera énfasis en que el atropello, ocurrido en la inauguración del Año Judicial en Sucre, tuvo características "racistas y de discriminación" porque supuestamente esos "desplazados" no toleran que "una mujer de pueblo y que, además, viste pollera pueda ocupar funciones de Ministro de Estado".
Revisé con afán la prensa internacional y en ninguna parte vi frutos del mensaje "muy urgente". Quizás ésta fue la razón por la que el mismísimo canciller David Choquehuanca emprendiera 48 horas después una gira europea dado que en el exterior se difunden "noticias que no reflejan la realidad" boliviana.
Choquehuanca, precisó que aprovecharia la gira para "ganar inversores", para que se porten en Bolivia "como socios reales, no (como) patrones". Su primera escala fue Alemania de cuya visita, casi extraoficial porque no se sabe con quién conversó, sólo reportó brevemente un pequeño periódico de izquierda establecido en Berlín (Junge Welt).
Una visita como la que emprendió Choquehuanca sólo puede tener algún resultado positivo si se lo prepara con anticipación, se elabora una agenda de temas a tratar, autoridades y personas con las que se va a dialogar. Si Choquehuanca fue a buscar inversionistas, se equivocó mucho porque el Estado alemán, como tal, no invierte sino que lleva adelante programas de cooperación (es el tercer donador para Bolivia después de EEUU y Japón).
Contrariamente a la fiebre estatizadora del régimen de Evo Morales, los alemanes casi han completado la privatización de sus empresas o vendido sus acciones a inversionistas privados reservándose hasta la mitad de las acciones, pero sin injerencia en el manejo de esas empresas.
Además Choquehuanca quizás comprobó in situ su desastrosa gestión. En un país tan importante a la relación bilateral, Bolivia mantiene como ave solitaria al embajador Walter Prudencio Magne Veliz. La cancilleria en cuanto hubo el cambio de Gobierno "renunció" a políticos, a los de carrera y peor aún a los profesionales que integraban el cuerpo diplomático de esa misión. Los nuevos que llegaron el 2007 para llenar las plazas ni siquiera cumplieron un año de gestión y "renunciaron" a tal punto en que el embajador se quedó huérfano hasta de secretarias locales habiendo improvisado un secretario boliviano local que también acaba de irse. ¿No será que el que deba marcharse sea el embajador?
Con una "embajada" de éste tipo, pienso que Choquehuanca perdió su tiempo en Berlín. Parece que, además, nadie le informó de la inconveniencia del viaje en una época en la que los empresarios vuelven de sus vacaciones para reencaminar sus empresas en el año que comienza dejando para otro rato los entusiasmos de los que buscan "ganar inversores".
No veo que haya tenido más éxito en sus posteriores visitas a Inglaterra, Bélgica y Holanda. Quizás en España le vaya mejor al hablar con parte de los "verdaderos inversionistas", esos que anualmente remiten millones de dólares a Bolivia y que un día se fueron del país cansados de la demagogia y la improvisación política.
Y volviendo al fax "muy urgente", le recuerdo al vicecanciller que ese tipo de informaciones generalmente son transmitidas a sus gobiernos por los embajadores acreditados en La Paz. ¿O no?
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