Regreso al comienzo




Gracias por
firmar el libro
de visitas




CHAT ROOM
Tema Libre

Martes 5 de mayo de 1998


VERDADERO RETO PARA EL BOLIVIANO RAMOS

Por Hernán Maldonado
Especial para la Agencia de Noticias Fides


mutiny
Sitio oficial del Tampa Bay Mutiny

Miami - Los dirigentes del Mutiny de Tampa Bay que vieron el domingo jugar a Mauricio Ramos en el clásico Bolívar-The Strongest están de plácemes. Están seguros de haber pagado bien los 200,000 dólares por su contratación.

Ramos, de no mediar dificultad alguna con su visa, debería debutar el próximo domingo con la casaca listada azul-blanco-celeste del equipo floridano en su compromiso como visitante del New England Revolution, en Foxboro, Massachussetts, en partido con cobertura nacional a través de Univision, la cadena en español más grande de Estados Unidos.

En todo caso, dado el normal periodo de adaptación que se requiere, lo más seguro es que debute en la Major League Soccer (MLS), la liga profesional del fútbol estadounidense, el 13 de mayo en Tampa recibiendo la visita de los Wizards de Kansas City.

Luego estará completamente aclimatado para jugar el 23 de mayo en Washington, nada menos que contra el bicampeón de la MLS, el DC United, donde brillan con singular éxito sus compatriotas Marco Antonio "El Diablo" Etcheverry y Jaime Moreno.

El Mutiny (motín, rebelión, en español) tiene su sede en Tampa, una hermosa ciudad de la costa oeste de la península de la Florida, a unos 450 kilómetros al noroeste de Miami y tiene entre sus astros a Thomas Ravelli, el ex arquero de la selección sueca que jugó un gran mundial en 1994.

Acaba de intercambiar a su astro goleador Roy Lassiter al DC United a cambio de Roy Wegerle, ambos miembros de la selección de Estados Unidos que irá a Francia 98. Otros notables en el equipo son el mediocampista Steve Ralston y los defensores R.T. Moore, Frankie Kejduk y Mike Duhaney.

Sin embargo, la pérdida más notable del Mutiny se produjo a comienzos de la actual temporada cuando el equipo debutante en la MLS, el Fusion de Miami, contrató al colombiano Carlos "El Pibe" Valderrama, lo mismo que al talentoso Cle Kooiman.

Un conductor magistral del mediocampo Valderrama, a pesar de sus 35 años, se puso el equipo al hombro el año pasado y comenzó el torneo con una seguidilla de victorias que no tuvieron continuación y así el favorito para el título sólo acumuló 17 victorias y 15 derrotas.

Sin Valderrama ni Kooiman, el Mutiny anda de tumbo en tumbo en la temporada actual y únicamente ha conseguido una victoria en ocho compromisos. Fue el 11 de abril en Tampa cuando le ganó al Burns de Dallas 3-1.

En Estados Unidos, especialmente, al público no le gusta anotarse en el lado de los perdedores y el onceno que promedió una asistencia de 11,333 fanáticos en sus partidos como local en el estadio Houlihan, con 24,776 asientos disponibles, ha visto bajar dramáticamente su asistencia este año.

El domingo sólo acudieron 6,142 hinchas y si el Mutiny no empieza a recuperar el terreno perdido su futuro se verá comprometido, sobre todo si sus vecinos del sur, los del Fusion, levantan cabeza y continúan llevando a su estadio un promedio de 10,000 aficionados por jornada, meta que se ha fijado como mínimo la incipiente liga del fútbol estadounidense.

En medio de este panorama difícil es que llega al Mutiny el talentoso jugador boliviano que el domingo, gracias a la magia de la televisión, fue visto en Estados Unidos (Bolivision-Canal Sur) hacer un gol de calidad y estrellar dos veces la pelota en los postes.

Ramos viene, según los dirigentes a "fill (Valderrama's) shoes", una típica expresión anglo que significa muchas cosas, pero que básicamente es llenar el vacío dejado por Valderrama.

Opino que Ramos hará muy mal tratando de hacer eso que los dirigentes esperan, primero porque su estilo de juego es diferente al del mediocampista colombiano y segundo porque no es de los que organizan en la mitad del terreno, sino un culminador natural. Un mediocampista ofensivo.

Seguramente se dará cuenta de esto el entrenador John Kowalski para no sacrificar a un hombre con un enorme potencial futbolístico que llega a un equipo poco menos que desmantelado.

En todo caso, a Mauricio hay que desearle un similar o mejor éxito del que obtienen hasta ahora los compatriotas Etcheverry y Moreno.