FUEGOS ARTIFICIALES

Por Hernán Maldonado

Los demagogos que desgobiernan Bolivia lanzan fuegos artificiales a diestra y siniestra tratando de desviar la atención sobre los graves problemas nacionales e internacionales en los que nos han metido. También ofician de reescribidores de la Historia. Ahora resulta que la gran gesta libertaria de Mayo de 1809 no tuvo por protagonistas a los patriotas encabezados por Jaime Zudañez, sino unos indígenas revoltosos.

El Hospital Obrero de La Paz está semiparalizado desde enero por daños en su infraestructura tecnológica, pero los mandamases anuncian cuantiosas compras de armamentos en Rusia. De cara a las elecciones presidenciales de diciembre, en las que piensan reelegirse, prometen un incremento al bono a los ancianos, cuando podian construir un hospital en El Alto análogo al de Miraflores, si es que creen disponer de tanto dinero.

A empujones obligaron a la Corte Suprema de Justicia a abrir juicio contra el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y varios de sus ministros por los sangrientos sucesos que culminaron con el defenestramiento de éste. ¿Qué hubiera pasado en aquél Octubre Negro si las fuerzas del órden, como es su deber, no actuaban contra los saqueadores e incendiarios de edificios públicos y privados?

Y el monumental show se realiza a pesar de que hay el convencimiento de que a Goni no lo podrán extraditar desde Estados Unidos, donde goza de especial estima y se le considera un verdadero demócrata. Hasta en esto mienten cuando dicen que en su reciente visita el Subsecretario de Estado, Tomas Shannon, "se comprometió" a agilizar los trámites.

Shannon simplemente no hizo ninguna promesa porque como miembro del Ejecutivo estadounidense, no tiene nada que ver con decisiones que competen al Poder Judicial. Esa la democracia en el denostado "imperio". El régimen también anuncia que pidió respeto a los "yanquis", cuando por todo lo que se sabe es que Shannon fue quien exigió que Evo Morales y sus alabarderos demuestren con pruebas que Estados Unidos conspira contra su gobierno.

Fue Shannon quien exigió que el régimen admita nuevamente la supervisión de la DEA en la lucha contra el narcotráfico, que se ha desbordado en los últimos tres años en Bolivia, aprovechando de que Morales es también el líder máximo de los cocaleros quienes expanden su producción a su gusto y provecho.

Estados Unidos no tiene ningún apuro en designar un nuevo embajador en Bolivia. Es a la inversa. Por eso es que el canciller David Choquehuanca rogó a la Secretaria de Estado Hillary Clinton en Puerto España que mandara a La Paz a un alto representante para que se remendara los destrozos que hizo Morales en las relaciones de ambos países, por instrucciones de su tutor político, Hugo Chávez.

Los fuegos artificiales, que incluyen los asesinatos de supuestos magnicidas en Santa Cruz y el anunciado enjuiciamiento de sus cómplices, son también para aletargar a la oposición, para crear división de opiniones, con fines electoralistas. Con una propaganda jamás vista en el país se arma la reelección de Morales buscando el voto-masa, al puro estilo movimientista de los años 50. El masismo quiere el poder absoluto, no sólo el gobierno, por admisión propia. Los bolivianos, que parecen haber perdido hasta la capacidad de asombro ante tanta barrabasada, dirán si se lo permitirán. Amanecerá y veremos.