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Viernes 21 de julio del 2017


BOLIVIA: LOS TUITS DEL PRESIDENTE

Por Hernán Maldonado

El presidente Evo Morales se ufanó el 13 de julio de haber alcanzado la cifra de 200.000 seguidores en tweeter, una de las redes sociales internacionales de mayor crecimiento. Parecía tremenda “hazaña” medidora de su popularidad a nivel mundial, tras 11 años en el cargo.

El político boliviano con más seguidores es Samuel Doria Medina (311.000). Otros 11 bolivianos, entre modelos, artistas y deportistas tienen cifras muy superiores y no han hecho alboroto alguno. Ni qué decir del peruano Pedro Pablo Kuczynski, que no tiene ni un año de presidente, y ya suma 1.052.538 seguidores.

Recientemente Morales fue presentado en un programa de TV tratando de leer tuits de gente que le desea hasta la muerte en medio de insultos de todo calibre. El presidente se mostraba no solo furioso, sino muy dolido. Si estos días leyera en las redes sociales venezolanas se caería de espanto.

Pero el problema no está en los insultos ni en su baja popularidad internacional (pese al turismo oficial que lo ha llevado a recorrer casi el mundo entero), sino porque quien le escribe los tuits pareciera que le hace decir cosas como para ponerlo en ridículo.

Lo peor para Morales debe ser que, con muy raras excepciones, ninguna personalidad mundial le responde a sus declaraciones, insultos, bravatas y eso parece que le duele. El ex presidente Sebastián Piñera, de Chile, abiertamente ha dicho que no responderá a “necedades”. El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, contra quien Morales dirige últimamente todas sus baterías verbales, ni lo nombra. Peor todavía su colega estadounidense, Donald Trump.

A raíz del atraco a una joyería en Santa Cruz, Morales escribió: “La acción de nuestra Policía Nacional ha sido inmediata, oportuna y experimentada en seguridad ciudadana”. Los hechos están demostrando que se trató de una acción precipitada y nada experimentada con saldo de rehenes muertos.

Morales “escribió”: “El imperio usa el narcotráfico, terrorismo y corrupción para vetar a los presidentes de izquierda…” Justo el día en que uno de sus más cercanos aliados es pillado con 100 kilos de droga en Brasil y en el Beni se decomisa una tonelada de cocaína y la prensa informa del aumento en un 14% de las plantaciones de coca.

Denuncia que Trump conspira para derrocar a la dictadura de Nicolás Maduro para “apropiarse del petróleo” de Venezuela. Estados Unidos invadió Irak, miles de sus soldados murieron y no se llevó ni un barril de petróleo. Morales ignora que las grandes multinacionales, como la Exxon, Mobil, tienen concesiones en la Faja Petrolífera del Orinoco.

El 17 de julio recordó la “nefasta fecha” en que fue asesinado Marcelo Quiroga Santa Cruz por la dictadura de Luis Garcia Meza. ¿En 11 años de gobierno no fue capaz de hacer que los militares revelen los hechos para juzgar a los culpables?

¡Honor y gloria a Germán Busch!, escribió el 13 de julio al recordar la muerte del joven presidente militar, por siempre considerado como uno de los padres del nacionalismo revolucionario boliviano originado en las trincheras del Chaco. “Lo que pasa es que Evo es nacional-socialista”, escribió alguien en Facebook.

“Rechazamos condena al hermano Lula”, escribió desconociendo que en Brasil hay independencia de poderes. Del mismo modo plural se solidariza con Maduro, cuando la verdad es que el pueblo boliviano está lejos de sentir simpatía alguna con el tirano venezolano.

El agónico Foro de Sao Paulo reunido en Managua le dio su respaldo para buscar la re-re-reelección. ¿Eso no es aceptar la injerencia extranjera en los asuntos internos de Bolivia?

Morales debería reemplazar a quien le escribe los tuits y admitir que en 11 años pudo hacer algo más por sí mismo en lugar de viajar y jugar al fútbol.